Ser Casa de Acogida



Texto extraído de la Revista Gatos nº 17 y escrito por Carolina Barranco Llamas, de Locas Felinas.

En esta ocasión quería tratar este precioso tema que es ser casa de acogida. Actualmente las casas de acogida escasean y provocan que muchos fallezcan por falta de ese imprescindible escalón dentro de la tramitación de las adopciones. Quizás todo esto ha venido a mi cabeza porque este verano he vuelto a descubrir el desconocimiento generalizado que existe sobre las Protectoras en todas sus gestiones. Lo vi con total claridad cuando me trasladé para pasar unos días con mis padres junto con un perrito que tengo en acogida actualmente. Incluso mi círculo más cercano me miraba extrañado cuando les decía que no era mío sino que estaba en acogida. Como no hay mal que por bien no venga, me sirvió para que todos lo tuviesen claro. Los comentarios tras una explicación completa fueron muy gratos y sirvieron para hacer reflexionar a muchos que a la vez correrán la voz.

La falta de información nos perjudica a todos y esto no deja de ser otra muestra de ello. La existencia de casas de acogida y la posibilidad de serlo es algo que damos por hecho que la gente conoce cuando no es así.

¿Qué es una casa de acogida?
Aunque a muchos este concepto nos es muy conocido, para el público general es algo inusual y sorprendente. Ya hemos comentado en otras ocasiones que las Protectoras y su trabajo necesitan una mayor publicidad para que muchos voluntarios potenciales conozcan sus posibilidades y comuniquen para algo más que para pedir ayuda. Podríamos definir casa de acogida como un hogar temporal para animales domésticos cuya finalidad es ser adoptados bajo la tutela de una Protectora. Ésta sería la definición bastante formal porque detrás de ello hay miles de vidas, posibilidades y opciones. Ese componente emocional hace que la definición quede quizás algo escasa pero creo que es de fácil entendimiento para un primer contacto.

Dentro de las casas de acogida existen miles de modalidades distintas dependiendo de la política interna de cada Protectora, su situación económica o incluso del compromiso de la casa de acogida. Así podemos encontrar Protectoras que abonan todos los gastos a la casa de acogida, otras que sólo los gastos veterinarios y otras que por desgracia y debido a sus circunstancias no pueden abonar ninguna cuantía para el mantenimiento del gatito, pero sí difundir para su adopción como las demás.

Pros y contras de ser casa de acogida
Cuando conoces este mundo y más aún cuando te planteas el colaborar siendo casa de acogida, el primer paso aunque sea mental es hacer un listado de pros y contras. Me gustaría facilitaros la labor porque yo creo que le di vueltas a la cabeza por todos. Comencemos con los contras:

-No tengo dinero para mantener a otro y mucho menos para pagar sus gastos veterinarios: En la situación actual esto se da a menudo pero es un contra totalmente salvable. En primer lugar, el alimentar a otro gatito o poner algo más de arena te va a suponer muy pocos euros al mes. Quizás puedas salvar una vida dejando de tomarte unas 5 cervecitas al mes, ¿no merece la pena? Sobre los gastos veterinarios, es cierto que algunos gatitos necesitan unos tratamientos costosos pero como ya he comentado, hay muchas Protectoras que te remitirán al veterinario con el cual tienen acuerdo y serán ellos directamente quienes paguen la cuenta.

-No estoy demasiado tiempo en casa: Hay gente que trabaja casi todo el día pero esto no es óbice para ser casa de acogida. Hay miles de gatos que necesitan una casa de acogida y no todos ellos están enfermos o necesitan un cuidado continuo. Muchos sólo necesitan un hueco donde vivir y que no sea una jaula, la calle o la perrera. Seguro que si cuentas tu caso a la Protectora ella podrá designarte para cuidar a uno que se adapte a tu ritmo de vida.

-No tengo espacio: Este punto a veces me sorprende un poco porque en mi casa han convivido perfectamente tres gatos y dos perros teniendo unos 65 metros cuadrados. Los gatos no necesitan tampoco muchísimo espacio y en el caso de los que solicitan acogida urgente pensad que no tienen opciones: o unos metros o la calle, la muerte,... ¿Qué pensáis que prefieren? Es cierto que en ocasiones son gatos que necesitan un aislamiento pero como ya he dicho, hay muchos y por lo tanto no todos lo necesitan.

-Sólo podría ser casa de acogida durante un tiempo y me da miedo que no salga adoptado antes: En ocasiones y por circunstancias personales sólo se puede acoger durante unos meses pero eso tampoco es un obstáculo. Lo importante es que se le diga a la Protectora inicialmente para que sepan que no es una casa de acogida definitiva sino de paso, por lo que seguirán buscando para cuando no pueda estar contigo. Piensa que salvarás una vida dando una oportunidad que muy posiblemente sin ti seguiría esos meses en la calle.

-No puedo ser casa de acogida porque sé que me enamoraré del gatito y no me lo puedo quedar: Esta forma de pensar la he oído hasta la saciedad. Entramos en una parte puramente emocional. Es cierto que cuando tienes a un gato en casa durante un tiempo terminas queriéndolo como uno de los tuyos y no puedes evitar derramar alguna lágrima cuando se va. De todas formas, la cuestión principal radica en pensar desde el principio que eres casa de acogida. A todo el que me plantea este contra siempre les digo que me parece egoísta no salvar vidas sólo porque cuando se vaya yo voy a sufrir algo. Personalmente, prefiero llorar porque deja mi casa por irse con su familia definitiva que porque me informen de que ha muerto envenenado en la calle o en la perrera, o ver su cara de tristeza dentro de una jaula.

Estos serían los contras más habituales. Los pros son tantos y tan grandes que no podría listarlos ni en un millón de páginas. Quizás la reflexión final de los pros sería la satisfacción de ver una vida salvada simplemente por un hogar y mucho amor.

Os aseguro que no hay nada más satisfactorio que ver cómo van mejorando o sus fotos enviadas  por los adoptantes conjuntamente con mails contando con cariño lo que hacen.

Mi experiencia personal.
Desde que descubrí la posibilidad de actuar como casa de acogida, algo en mi interior me llamaba a hacerlo. El miedo a las consecuencias consiguieron frenarme un tiempo pero finalmente dos gatitos parecían llamarme desde la pantalla del ordenador y con el apoyo de mis hermanas de las Locas Felinas me lancé.

Aún recuerdo la emoción que sentí cuando hablé con Casa Felina que había lanzado la llamada de auxilio, la sensación de tristeza cuando los vi tan delgados y enfermos, la alegría cuando poco a poco se iban recuperando y por fin, la mezcla de tristeza y alegría cuando marcharon a sus hogares definitivos. El balance final fue totalmente positivo al ser consciente de que sin mi pequeña aportación en su vida no hubiesen logrado sobrevivir.

Como imaginaréis, si no hubiese sido positivo no seguiría repitiéndolo y lo hemos hecho sin parar desde entonces.

¿Te has decidido? Cómo ser casa de acogida.
¿Por fin te he convencido? ¡¡¡Bien!!!! Pues ahora toca la búsqueda. Si eres primeriza en el tema te recomiendo que acudas a las Protectoras de tu zona para informarte de cómo se gestionan sus casas de acogida y les cuentes tu situación. Una vez elegida la Protectora con la que trabajarás ve corriendo a ofrecerte y te aseguro que te localizarán a tu nuevo huésped en un pis pas.

Deja que sean ellos quienes te digan qué gato es el más adecuado y por favor, no te encabezones en bebés porque los caprichos nunca son buenos consejeros. Piensa que el ser casa de acogida es un acto altruista y lo que pretendes es salvar vidas. Los miembros de la Protectora tienen experiencia y conocen a los gatos que tutelan por lo que la lógica es que sea ella quien te entregue al gato que mejor puedas cuidar y mejor se adapte a tu vida.

Siempre aconsejo que se realice un contrato de acogida donde quede plasmado todo acuerdo que se lleve a cabo verbalmente con la Protectora para que no existan malos entendidos ni sorpresas por ninguna de las partes.

Por último, sólo me quedaría darte las gracias y desear que disfrutes de tu nuevo papel dentro de la lucha por el bienestar de los gatos. Estoy segura de que una vez hayas sido casa de acogida lo serás de por vida.

Y si ya eres casa de acogida, divúlgalo a los cuatro vientos porque con tu ayuda pueden surgir otras. Hay muchos que no pueden adoptar en este momento pero sí pueden prestar un hueco para salvar a alguno: APROVECHÉMOSLO!.

1 comentario:

  1. he tenido casa de acogida de dos camadas sucesivamente, han sido los día mas felices de mi vida. Lo que se sufre de verlos tan canijos y si encima uno no come.Y la satisfacion de verlos grandes, con ojitos brillantes y los lametoncitos que dan,
    Solo puedo decir que este año no he podido coger a ninguno, por problemas con la casa.
    No se lo que da mas satisfacion cuando ves en las fotos que mandan los papis adoptivos, uno esta gordito, a otro le brillan los ojos, desaparecio esa miradita entre temerosa y triste.
    Solo se que tengo una senasacion de pena al pensar en los gases que les hechan en las perreras, que 6 0 7 quizá se habrian salvado .... culpable?

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